lunes, 14 de febrero de 2011

Analogía de proporcionalidad


En la famosa Alegoría de la Caverna Platón compara el mundo material a un mundo de sombras que surge a partir de la luz del Sol, fuente de todo, y que da origen a la realidad material y sensible iluminando a las ideas.
El ver es al cuerpo como el pensar es al alma
Este mundo en su imperfección nos remite al mundo de las ideas en su perfección
El ser mudable y material nos remite al Ser inmutable de las ideas y, en último término, al Ser Eterno y Perfecto que es la Idea del Bien.

Alegoría

Cuando la comparación se prolonga a lo largo del discurso hablando del término comparado en vez de hablar del propio objeto de referencia real, entonces el recurso lingüístico recibe el nombre de alegoría.
Las parábolas del Evangelio o las fábulas son el ejemplo más propio de lo que es una alegoría. El cuento de Pinocho es una alegoría de lo que no debe hacer un niño, «mentir». Los niños tienen que «decir siempre la verdad», so pena de recibir un castigo. El mensaje es más plausible para el niño a través del cuento que la mera transmisión del mensaje.
Ciertas alegorías retóricas se plasman en imágenes que aportan un sentido intermedio entre el símbolo y la alegoría como por ejemplo la representación de la Balanza sostenida por una mujer con los ojos tapados en representación de la Justicia; o Cupido tirando las flechas con los ojos tapados.

Analogía semántica

La analogía semántica es un fenómeno que se produce por la tendencia a asociar una palabra a un significado análogo. Un ejemplo lo constituye el término artístico "miniatura", que proviene del italiano miniatura y significa literalmente 'pintura de pequeñas dimensiones, realizada generalmente sobre vitela u otra superficie delicada', aunque, por etimología popular, ha generalizado su significado, y hoy día designa cualquier objeto de reducidas dimensiones.

martes, 8 de febrero de 2011

La analogía en la argumentación lógica

John Stuart Mill considera que la analogía es como un argumento inductivo pero sin ser inducción completa, y añade “pero no hay palabra que se use más vagamente, o con una gran variedad de acepciones”.
No obstante acepta el argumento analógico, siempre y cuando se den ciertas condiciones; no solamente tener en cuenta las semejanzas, sino también las diferencias considerando las relaciones entre ambas en un conocimiento suficientemente extenso.
Solo se puede admitir el argumento analógico en la medida en que las semejanzas son grandes y las diferencias muy pequeñas, lo que, en realidad, convierte a dicho argumento analógico en un argumento inductivo.
Ernst Mach considera la analogía como una relación entre sistemas de elementos homólogos que pueden dar lugar a diferencias y semejanzas, en la medida en que dichas relaciones pueden establecerse y medirse.
En cualquier caso tanto para Stuart Mill como para Mach el argumento analógico como inducción siempre va de lo particular a lo particular y no puede pasar de ser un argumento probable.
Por tanto la problemática del argumento analógico reside en que podamos inferir algo no perceptible, partiendo de lo mundano y perceptible en la experiencia, y a partir de un sistema formal lógico.

ANALOGÍAS

  Las analogías
Analogía significa comparación o relación entre varias razones o conceptos; comparar o relacionar dos o más objetos o experiencias, apreciando y señalando características generales y particulares, generando razonamientos y conductas basándose en la existencia de las semejanzas entre unos y otros.
En el aspecto lógico apunta a la representación que logramos formarnos de la realidad de las cosas. Partiendo de que las cosas son reales pero la representación cognoscitiva es una interpretación subjetiva.
La representación es algo ideal o lógico pero como objeto real del sujeto que conoce, piensa y experimenta, recibe de éste ciertas propiedades como la abstracción, la universalidad, etc. que permite comparar un objeto con otros, en sus semejanzas y en sus diferencias.
En lingüística se plantea el problema de la univocidad, equivocidad y analogía respecto al uso de las palabras o el sentido del discurso. Las figuras retóricas de la comparación, la alegoría y la metáfora son las figuras a las que la analogía presta su sentido. Asimismo por analogía se introducen variaciones semánticas y etimológicas.
En la vida diaria continuamente practicamos tales razonamientos. Tales argumentos, como argumentos inductivos de conclusión probable y retórica no tienen inconveniente alguno. Nos acercan al posible conocimiento de la verdad lo mismo que cualquier razonamiento científico.